La mayor preocupación del Gobierno, por estas horas, es la cantidad de nuevos casos positivos por coronavirus que se han registrado, principalmente en la zona del área metropolitana (AMBA), que componen la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
Y el gran problema por el que se generó el incremento de la curva de infectados es por la mayor circulación de las últimas semanas. Por ello, a partir de esta medianoche, una de las medidas que tomó el Ejecutivo es que solo podrán utilizar los transportes públicos los trabajadores esenciales. Y habrá que ver si, con el paso de las horas, no se decretan nuevas medidas…
Ante este panorama, el automovilismo está inserto en un laberinto que, si bien hace unos días parecía que encontraba una salida, con una reunión con autoridades de la Ciudad y hasta el mismísimo presidente Alberto Fernández que fue postergada por las agendas gubernamentales, las últimas novedades volvieron a poner un manto de sombra sobre el futuro.
Una de las posibilidades que se manejaban era realizar competencias en ciudades donde el COVID-19 no había afectado tanto a la vida cotidiana. Pero si tenemos en cuenta que, por ejemplo, doce de los 32 equipos del TC son del AMBA, parece una utopía pensar que, más allá de los protocolos y testeos, puedan convivir con los integrantes de otras escuderías de zonas menos infectadas.
Y un claro ejemplo de esta esquiva convivencia entre las provincias lo dio el fútbol. Varios equipos ya estaban pensando en trasladarse a ciudades libres de coronavirus para volver a los entrenamientos, pero la AFA emitió un comunicado en el que afirmó que, las prácticas de los equipos profesionales, regresarán cuando el total del país se encuentre en Fase 4.
Sin embargo, el inconveniente de “curva ascendente” del COVID-19 no solo se da en el AMBA, ya que hubo otras ciudades del país, en donde hay equipos y pilotos de TC, que estaban libres del virus y, en los últimos días, se registraron casos sospechosos o positivos.
En resumen: a juzgar por las últimas y desalentadoras novedades; por las medidas que tomó y evalúa el Gobierno; por las decisiones de otras actividades; y por la falta de comunicación de los dirigentes, el automovilismo, y el TC en particular, parece que continuará con los autos tapados y sin ruido en sus motores.
