jueves, 28 marzo, 2024

Se implementó el Boleto Oncológico Gratuito

Se puso en vigencia desde ayer en la provincia el Boleto Oncológico Gratuito Misionero sancionado por ley. Mediante decreto N° 300, el gobernador Oscar Herrera Ahuad reglamentó y puso en marcha esta iniciativa que según la norma tiene por fin promover el acceso ininterrumpido al tratamiento médico para el paciente oncológico y un acompañante.

“Anuncio que firmé el decreto número 300, que reglamenta el Boleto Oncológico Gratuito Misionero sancionado por ley”, informó Herrera Ahuad.

Justamente el mandatario provincial daba cuenta de esta manera lo que se había publicado desde muy temprano en el Boletín Oficial de la provincia.

Allí se dio a conocer la creación en el ámbito de la Subsecretaría de Salud dependiente del Ministerio de Salud Pública, de un Registro de Pacientes Oncológicos conformado por todos aquellos pacientes que acrediten tal estado de salud. Además se invitó a todas las municipalidades de la provincia a adherir al decreto, que surge tras la ley aprobada por la Cámara de Representantes.

Por su sigla BOG, establece la creación de un Registro de Pacientes Oncológicos para otorgar el beneficio a todos los pacientes. Para ello deberá tener completado un formulado expedido por el médico tratante, especialista en oncología y por el Servicio Social del establecimiento y refrendado por el director del Instituto Misiones del Cáncer (IMC) u hospital tratante, adjuntándose la documentación respaldatoria que sea necesaria.

De qué se trata
Mediante la citada normativa se instituye en su artículo 6° el Boleto Oncológico Gratuito Misionero, entendiendo que “la población de pacientes oncológicos abarca a personas que residen en distintas áreas geográficas de la Provincia.

En la actualidad, hay estudios diagnósticos y tratamientos oncológicos de alta complejidad que se realizan únicamente en la Capital provincial, esto implica que los pacientes residentes en los diferentes municipios de la provincia, puedan presentar dificultades para acceder a dichos tratamientos, debido a que no cuentan con el capital social/económico/cultural para poder acercarse al efector y así lograr la “permanencia” en el sistema de salud.

Es así como, lo aquí mencionado impacta de forma directa y de manera negativa en la posibilidad de curación, en su calidad de vida, en la atención/rehabilitación, en el control de la enfermedad y en su seguimiento. El beneficio permitirá de manera directa garantizar la accesibilidad de dichos pacientes al sistema de salud, y lograr de esta forma la continuidad en el tratamiento de la enfermedad y en los controles

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