viernes, 29 marzo, 2024

Posadeño ingresó en emergencia nacional a la espera de un corazón

Mauricio René Romero tiene 45 años, padece una insuficiencia cardíaca grave y necesita un trasplante para seguir viviendo. Está internado en Buenos Aires

 

Mauricio René Romero es un posadeño de 45 años que se encuentra internado en un sanatorio porteño porque su corazón ya no tiene fuerzas para distribuir la sangre que necesita para vivir. Por eso el lunes pasado fue conectado a una máquina que bombea sangre a su cuerpo mientras espera la donación de un corazón que le permita superar esta situación.

Este posadeño conocido en el mundo deportivo misionero por haber sido parte del plantel futbolístico de Guaraní Antonio Franco, está jugando uno de los partidos más difíciles de su vida desde que el año pasado le diagnosticaron una insuficiencia cardíaca que cambió sus planes y los de su familia.

El ‘negro René’ -como le dicen sus amigos en Posadas- figura en los primeros lugares de la lista de emergencia del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Esto significa que es uno de los pacientes que tiene mayor urgencia por recibir un corazón que le permita desconectarse a la máquina, que por ahora reemplaza la tarea de bombeo de sangre, de ese órgano vital que dejó de funcionar.

Por ese motivo, su esposa Vanesa Galeano y sus hijos Mirko (17), Franco (16) y Franchesca (7) que se encuentran en esta ciudad acompañando, piden “que llegue pronto la donación del corazón que necesita papá, porque queremos volver con él a nuestra casa en Villa Lanús”.

Un medio Provincial dialogó con Vanesa Galeano, quien contó que “eso que antes escuchaba sobre la importancia de donar órganos hoy me toca vivirlo en carne propia. Es una angustia muy grande porque sé que mi marido necesita que alguien en algún lugar decida donar un corazón. Nunca imaginé vivir algo así y ahora que me tocó, entiendo que es una decisión de la que dependen muchas vidas como la de mi esposo, que está esperando ese corazón para seguir viviendo”.

Con domicilio en Villa Lanus, el clan Romero-Galeano tenía una vida como la de cualquier familia posadeña, hasta mediados del año pasado, cuando de repente todo empezó a complicarse. “Teníamos una vida normal hasta que en mayo mi esposo empezó a sentirse cada vez peor. En Posadas los médicos le diagnosticaron todo tipo de enfermedades pero recién en diciembre un médico del Hospital Madariaga le dijo que su corazón no funcionaba bien y que lo mejor sería venir a Buenos Aires para un trasplante”, explicó la mujer.

Siguiendo ese consejo médico, la familia comenzó a realizar los trámites en la obra social del Instituto de Previsión Social (IPS) para el traslado a la ciudad de Buenos Aires, que finalmente se logró a principios de marzo.

“Cuando llegamos al Instituto Cardiovascular de Buenos Aires él estaba ya muy desmejorado y quedó internado ese mismo día. Los médicos que lo recibieron no se explicaban cómo resistió el viaje en colectivo desde Posadas, porque su corazón ya estaba muy debilitado. Inmediatamente lo anotaron en lista de espera para recibir la donación de un corazón. Y hace dos días lo operaron para conectarlo a una máquina que reemplaza el bombeo de su corazón y por eso lo pasaron a lista de emergencia”, señaló Vanesa.

La mujer relató que “decidimos venir todos, porque no tenemos con quién dejar a los hijos en Posadas. Además mi hijo de 16 tiene síndrome de down y necesita una asistencia especial al igual que la nena que es chica porque tiene 7 años”.

La madre y los hijos pasan sus días en un hotel en el barrio de Congreso, mientras René permanece internado en terapia intermedia en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires en el barrio de Belgrano.

“Vamos a verlo todos los días porque somos una familia muy unida. Para él es muy importante tenernos cerca. Tratamos de darnos ánimo entre nosotros, pero Buenos Aires es una ciudad que no conocemos. Extrañamos nuestro lugar. Pero sabemos que estamos acá para que pueda recibir el trasplante, que es lo que más deseamos en este momento”, explicó la mujer..

Seguidamente señaló que “los médicos nos explicaron que cuando el corazón no funciona también se ven afectados otros órganos como los pulmones o los riñones, y que por ese motivo, cuanto más rápido llegue la donación del corazón es mejor, para evitar que se deteriore más la salud de mi marido”.

Finalmente se mostró confiada en “que alguien en algún lugar de nuestro país done en estos días el corazón que necesita mi esposo. Que además me dijeron que tiene que ser compatible con su edad y su condición. O sea son muchas variables que los médicos tienen en cuenta al momento de decidir el transplante. Pero lo primero es que se produzca el acto bondadoso de la donación de órganos”.

(Fuente: El Territorio)

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