El proceso inflacionario que vive la Argentina está afectando especialmente a un grupo poblacional fuertemente vulnerable: los niños que acuden a escuelas públicas, donde además de conocimientos reciben también alimentos. En la actualidad hay más de un millar de centros educativos en la provincia que dan a sus estudiantes almuerzo y alguna otra comida, como desayuno o merienda.
Generalmente son los establecimientos que cuentan con modalidad extendida o jornada completa.
Pero por la suba constante en los valores de los alimentos y el retraso por parte del Estado nacional en el envío de los fondos, los proveedores están en alerta y algunos amenazan con suspender la entrega de las partidas alimentarias.
Así, son los propios directivos de las escuelas quienes deben negociar con los comerciantes para no cortar la cadena de provisión mientras se normalizan los pagos.
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De esta manera, el Programa Nacional de Seguridad Alimentaria está destinado a cubrir los requisitos nutricionales de niñas y niños hasta los 14 años. En la provincia de Misiones hay 1.400 escuelas incorporadas, entre las que se encuentran las instituciones de enseñanza agropecuaria, las únicas con la excepción de ofrecer comida a todos sus alumnos.
Si bien la normativa establece una espera de 120 días para el pago de los proveedores, la realidad cotidiana es muy diferente y los retrasos en el pago a los proveedores son una moneda constante.
Además, el otro inconveniente es que cuando se abona el producto el precio ya fue absorbido por la inflación.
“De los establecimientos educativos en todas las modalidades, 1.400 están bajo el programa, que son las más vulnerables. Tenemos un gran número de Núcleos Educativos de Nivel Inicial (Neni) y el año pasado se crearon 53 nuevos, incorporándose todos”, señaló la directora de Nutrición Escolar del Ministerio de Educación de la provincia, Gabriela Reyna Allan, en diálogo con Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7
“El problema suscitado es con la demora de los fondos nacionales; todos los proyectos, convenios y órdenes de pagar están, pero hay demora”, puntualizó la funcionaria.
Del total de escuelas, 1.200 reciben recursos de la Provincia y 200 lo hacen a través de dinero que llega desde la Nación.
En ese sentido, otra realidad preocupante es que el costo de las cuotas en colegios privados y la situación económica puertas adentro de las casas incrementa la cantidad de alumnos en los establecimientos de gestión estatal.
Es decir, hay cada vez más niños en las aulas de las escuelas públicas y los comedores escolares -en algunos casos- trabajan al límite de la capacidad para la que fueron pensados.
Contacto particular
El programa de Seguridad Alimentaria se combina de forma centralizada, pero se ejecuta de manera descentralizada, es decir, cada director contacta o elige a su proveedor.
“El decreto establece que el proveedor debe tener una espera mínima de 120 días, entonces para Nación estamos dentro del plazo. Lo que pasa es que, si uno lo traduce a la práctica, hablamos de niños que van todos los días a la escuela”, remarcó la funcionaria.
Además, indicó que tres escuelas manifestaron que sus proveedores no aguantan más la demora en el pago y varias más mostraron su preocupación por el problema que se está generando. Se trata, puntualmente, de un establecimiento educativo en Leandro N. Alem y otros dos en Apóstoles.
Sin embargo, la directora de Nutrición Escolar destacó que “la intendenta Eugenia Safrán -de Apóstoles- está colaborando a nivel municipal, entendiendo la situación compleja. También lo está realizando el ministro de Hacienda con su par nacional, el ministro de Desarrollo Social que ha viajado a Buenos Aires y el ministro de Educación que reclama todos los días a la Nación”.
“Los fondos llegan sí o sí y, ni bien llegan, se transfieren junto todo lo adeudado”, aseguró. El problema pasa puntualmente por la demora.
Asimismo, explicó que “respecto a lo que recibían las escuelas de partida nacional el año pasado, este año van a tener más del 150% de aumento; si bien es muy significativo, claro está, el problema es en los retrasos existentes”.
Sobre esta línea, también aclaró que mientras el presupuesto nacional es anual e inamovible, en la provincia se realizan aumentos en función de la inflación, teniendo en dos meses un incremento de más del 30% en comparación al año pasado.
Por otra parte, hizo hincapié en que se necesita garantizar el mínimo de nutrientes para que niñas y niños puedan prestar atención en el aula, aprender y crecer de manera saludable acorde a su edad, por lo que se intenta evitar comprar alimentos altamente industrializados.
“Se trata de gastar el recurso que llega, aunque no se ajuste a la inflación, a que sea al menos un vaso de leche y una galleta”, dijo al respecto Reyna Allan.
Por último, también remarcó que “este programa, sin el director y el cuerpo docente, sería inviable”.
En cifras
1.400
En Misiones hay 1.400 escuelas que tienen comedores; 1.200 son sostenidas por la Provincia y el resto -los que están teniendo problemas- por la Nación.
120
Días es el plazo de espera para el pago a los proveedores, pero en muchos casos ese tiempo se supera y es entonces cuando surgen las dificultades.
(Fuente: El Territorio)
