Con el acumulado de materia prima estiman que se pueden fabricar 2.000 viviendas por mes. Esperan decisión de Nación
La Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima) describió ayer “el estado crítico” del sector que tiene fuerte presencia en Misiones y advirtió que “podría derivar en despidos si no hay soluciones en el corto plazo”. También plantearon la idea de construir 2.000 casas de madera por mes para ocupar la materia prima acumulada por falta de actividad en los aserraderos, muchos de ellos ubicados en la tierra colorada.
El planteo fue realizado ayer al mediodía en una conferencia de prensa en la sede de Faima, a pocas cuadras de la Casa Rosada desde donde los madereros esperan que se ejecute la decisión política de articular medidas de auxilio para el sector.
“Hay aserraderos medianos y chicos en Misiones, Corrientes y parte de Entre Ríos que están con problemas graves. Algunos están parados y no han vuelto a arrancar después de fin de año, están sobre stockeados y ya hay plantas paradas en Misiones. Si no encontramos soluciones en el corto plazo va a empezar a haber despidos”, advirtió ayer el presidente de Faima, Román Queiroz.
La “crítica situación por la que atraviesa la cadena foresto industrial” fue descripta en esa conferencia de prensa frente a medios de comunicación de todo el país.
“Necesitamos que haya coherencia entre las decisiones de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales para que se ejecute una verdadera política de estado que entienda que podemos ser parte de la solución, del crecimiento económico, de la generación de empleos y de la reactivación de las economías regionales. Pero, así como estamos ahora es todo lo contrario” explicó Queiroz.
Según se detalló ayer, la crisis golpea a productores de envases y pallets, pisos y revestimientos, molduras, aserraderos, carpintería en general, fabricantes de aberturas, maderas y piezas para la construcción, láminas, chapas, maderas compensadas, tableros de partículas y de fibras, pellets de madera, viviendas industrializadas, muebles y demás manufacturas de madera.
Se trata de una cadena productiva que genera aproximadamente 60.000 empleos en forma directa en todo el país sin contar con los empleos indirectos que se genera a partir de estas producciones, que al sumarlos significan una población de 120.000 trabajadores registrados, que hoy están con la preocupación de saber si podrán seguir en esos empleos.
La conferencia contó con las explicaciones de distintos referentes de Faima como Mercedes Omeñuka sobre la realidad de los aserraderos, de Daniel Loutaiff sobre la situación de los bosques nativos, Daniel Vier sobre la construcción de casas de madera, Soledad Milajer sobre la situación de los muebles de madera y Fernando Couto como moderador de la presentación. También acompañó la conferencia, el presidente de la Asociación de Productores, Industriales, y Comerciantes Forestales de Misiones y norte de Corrientes (Apicofom), Guillermo Fachinello.
Casas de madera como solución
Por su parte, el vicepresidente de Faima, y presidente de la Cámara de la Madera (Cadamda) Daniel Vier explicó que “esas 2.000 viviendas que se podrían hacer cada mes, significan poco menos de 100 casas para cada provincia, algo nada despreciable en una población carente de casas. Y al sector forestal le permitiría reactivar sus industrias. Es sin dudas una idea superadora, pero obvio, falta que se tome la decisión política de hacerlo”.
Más opciones y los problemas para importar
Desde Faima también destacaron que además de la construcción de las casas de madera, hay un conjunto de medidas que se pueden tomar desde los distintos niveles de gobierno para ayudar a que no haya bajada de persianas en el rubro. En esa agenda de pedidos, Román Queiroz destacó la necesidad de “un dólar más competitivo” para exportar y el efectivo cumplimiento del compromiso alcanzado en el 2017 para que el 10% de las viviendas sociales sean de madera. “Las leyes y reglamentaciones están. Necesitamos que se cumplan, para que no sigan siendo letra muerta” explicó.
También se refirió a las dificultades para importar “insumos y maquinaria” con el sistema de importaciones que sigue siendo un dolor de cabeza importante para la producción.
