Los productores destacan la recuperación de pasturas, vertientes y arroyos. No obstante, los niveles de agua caída se encuentran por debajo del promedio esperado
Tras la sequía de los últimos cuatro años, en el último tiempo el sector productivo mejoró debido a las abundantes lluvias que se registraron en la provincia. Por ende, productores ganaderos aseguran que las precipitaciones “fueron excepcionales para recuperar las vertientes, los arroyos y el pastizal”.
Según sostienen, se recuperaron pasturas, brotaron los yerbales y se incrementó el caudal de agua lo que significa una mejor preparación para lo que será el invierno de este 2023. Sin embargo, uno de los inconvenientes que manejan muchos productores es que debido a la seca tuvieron que vender gran parte de sus animales. “Mucho pasto, pero pocos animales para alimentar y vender”, indican.
José Olinuk, responsable del sector de agrometeorología del Inta Cerro Azul, relató que pese a las abundantes lluvias de abril y en lo que va de mayo, aún la zona Sur de Misiones se encuentra por debajo de los parámetros promedios. El especialista sostuvo que para otoño se estima el ingreso del fenómeno de El Niño, con precipitaciones por encima de lo normal, “lo que significa el inicio de la recuperación del suelo después de cuatro años de sequía”.
Por su parte, Víctor Chamula, presidente de la Asociación de Ganaderos de Andresito, indicó que “el agua caída fue una bendición para el sector. Aunque perjudique la cosecha, necesitábamos precipitaciones y hay buen pronóstico de cara al invierno”.
Ganadería
En primera instancia, Roberto Comparín, productor ganadero, afirmó que “es positiva la condición climática y el abundante pasto, pero hay falta de animales debido a la sequía de los años previos”. Añadió que “los precios de venta son extremadamente bajos y es un buen momento para comprar”.
“Estamos excelentes con respecto a las precipitaciones. Llueve regularmente desde hace varios meses. Tenemos suficiente pasto y se puede decir que recién se está recuperando la deficiencia de agua”, señaló.
El productor destacó que el campo contaba con agua en las vertientes y arroyos debido a las últimas precipitaciones, pero que “faltaría recuperar las napas más profundas”. Incluso, mencionó que en el suelo ya hay humedad. Según analizó, toda el agua que cayó en el último tiempo fue excepcional para iniciar una recuperación después de casi cuatro años de sequía intensa.
“Cayeron alrededor de 200 milímetros de agua en toda la zona, lo que produce que haya abundante pasto y que de cara al invierno, significa una buena preparación”. Comparín produce en Campo Grande y Candelaria. Contó que “se prevé un invierno sin mucha helada lo que será agradable para la hacienda”.
Por otro lado, Chamula indicó que “específicamente con respecto a las lluvias, vinieron muy bien al sector ganadero porque se recuperaron las pasturas, brotaron los yerbales en los últimos 45 días y aumentaron las vertientes”. Además, detalló que “es importante todos los costos y beneficios que trae el agua caída y más en la zona del norte de la provincia”.
Relató que “en Comandante Andresito llovió mucho más que en las zonas Centro y Sur de Misiones y parte de Corrientes”. “Estamos agradecidos a Dios por la lluvia y aunque en abundancia perjudica a la cosecha, en su mayoría beneficia a todo el sector productivo. Costó que llueva durante largo tiempo, se necesitaba un mejor pronóstico después de la seca y este año anuncian que será favorable”.
Menos animales por la seca
Por su parte, Comparín, lamentó que producto de la sequía existe un inconveniente en todo el sector ganadero en Misiones: “Tuvimos que mermar la cantidad de animales que teníamos porque no teníamos ni agua, ni pasto y no podíamos dejar que estos se mueran de hambre. Sin embargo, en la actualidad tenemos agua y pasto, pero pocos animales para alimentar”.
Agregó que aquellos productores que están en mejores condiciones económicas compran el ternero para aprovechar el pasto, mientras que otros aún les está costando recuperarse por los altos costos que se están manejando en el mercado y el pago ínfimo que están recibiendo.
“Está extremadamente mal el costo del ternero, la vaquilla y todo para los que quieren vender. Para los que quieran comprar, este es el momento. Porque el precio de reventa es bajo a comparación del costo que se gasta para mantener al animal”, detalló Comparín.
Seguidamente, mencionó que la seca de las últimas temporadas derivó en que los productores vendan la mayoría de sus animales y que el precio que se paga en la carnicería no es el costo que manejan los productores, refiriéndose a que es mucho menor. Planteó que hace unos años atrás el productor ganadero que tenía 10.000 animales, en la actualidad sólo tiene 4.000.
“El ternero se vende a $420 el kilo desde hace seis meses, cuando la carne aumentó exponencialmente en el último tiempo y de manera mensual”, apuntó.
