jueves, 25 abril, 2024

La violencia como arma politica

tema del ensayo: La violencia política en Amalia de José Mármol

Hipotesis: La novela Amalia de José Mármol (1855). En su obra, el poeta describe con gran detalle y precisión las distintas formas de violencia política que sufrieron todos aquellos opositores (o sospechados de
serlo) al régimen de Juan Manuel de Rosas. se debe tener en cuenta que
las descripciones realizadas por Mármol están cargadas de sus valoraciones personales y
experiencias respecto al rosismo

introduccion :

José Mármol nació el 2 de diciembre de 1817 en Buenos Aires, ciudad donde realizó sus primeros estudios. Luego,  En 1831 se trasladó con su familia a Montevideo y en 1835, tras la muerte de su madre, regresó a Buenos Aires para ingresar en la Universidad y cursar estudios de Derecho.

  Mármol, no tuvo relación con las actividades literarias que se desarrollaban  entre los jóvenes de la generación del 37, ni militó en la  Asociación de Mayo, la organización que desde 1838 dedicó sus esfuerzos a derrocar a Juan Manuel de Rosas. Sin embargo, debido a sus experiencias vividas en ese contexto político,  a través de la literatura, manifestaba su descontento y ataque contra las formas de represión  de este gobernador.   En su obra reveló la persecución que recibió en sus años de juventud: “en 1839 recibí, en la cárcel y en los grillos de Rosas, el bautismo cívico destinado por él a todos los argentinos que se negaban a prostituirse en el lupanar de sangre y vicios en que se revolcaban sus amigos … Sólo, sumido en un calabozo donde apenas entraba la luz del día por una pequeña claraboya, yo no olvidaré nunca el placer que sentí cuando el jefe de policía consintió en que se me permitiese hacer traer algunas velas y algunos libros. Y fue sobre la llama de esas velas donde carbonicé algunos palitos de yerba mate para escribir con ellos, sobre las paredes de mi calabozo, los primeros versos contra Rosas y los primeros juramentos de mi alma de diez y nueve años de hacer contra el tirano y por la libertad de mi patria todo cuanto he hecho y sigo haciendo en el largo período de mi destierro”.

Aunque Marmol no haya  realizado  una carrera literaria,  con el tiempo éste se transformó en un gran poeta y escritor reconocido, quien  es  autor de la primera novela Argentina, escrita en folletines durante el periodo Rosista, luego, editada y publicada en 1851. Me refiero a la primeranovela argentina “Amalia” que presenta un idilio acabado trágicamente y, a la vez, un cuadro político-social de los gobiernos de Juan Manuel de Rosas. Desde su obra Mármol denunció el terror del régimen rosista, la resistencia de los unitarios, el riesgo de ser atrapados por la mazorca, la participación de las clases bajas de la sociedad, el bloqueo francés, la actividad
de los opositores que debieron exiliarse y desde Montevideo planearon el derrocamiento de Rosas.

En este ensayo voy a tratar el tema de la violencia politica en Amalia porque fue una práctica constante en nuestra historia nacional. La violencia política es un medio común usado por los pueblos y gobiernos de todo el mundo para lograr objetivos “políticos”, esto es, relacionados con los siguientes poderes; legislativo, ejecutivo y judicial de un Estado.

desarrollo:

En los años comprendidos entre 1839 y 1842, Rosas fue firme en su pretensión de poner a la población de Buenos Aires bajo el signo federal. Sólo una profunda homogeneidad política, creía, podía garantizar la estabilidad, motivo por el cual no admitía ningún tipo de ambigüedades a la hora de pronunciarse. Quien no apoyaba las políticas
promovidas por Rosas era unitario –aunque fuera federal- y, en consecuencia, enemigo del orden o anarquista . El anatema cayó con fuerza sobre todo aquel que fuera sospechado de no ser fiel a la causa de la “santa federación”.
Como vemos, el miedo se cernió sobre gran parte de la población por el carácter, muchas veces, arbitrario de las acusaciones que se realizaron sobre las personas. Mármol escribió al respecto, “uno de los rasgos característicos de la época de Rosas era el afán de los hombres por saludarse unos a otros aun cuando en su vida se hubieran visto la cara: originalidad que no puede explicarse de otro modo que por el miedo que recíprocamente se tenían todos”.

Las principales armas de Juan Manuel de Rosas fueron la Sociedad Popular Restauradora y la “Mazorca”. Se los define como el brazo armado de la Sociedad Popular Restauradora. Mármol explicó el origen
de esta asociación: “…la Sociedad Popular Restauradora, de quien la unión de sus miembros fue simbolizada por una mazorca de maíz, a imitación de una antigua sociedad española, cuyo símbolo era aquél, y cuyo objeto era la
propaganda de Más-horca: equívoco de pronunciación quemservía para determinar el símbolo y la idea, y que fue aplicado también a la Sociedad Popular de Buenos Aires…”

Otro ataque rosista sobre los opositores fue la expropiación de los bienes personales: El decreto, firmado por Felipe Arana como gobernador delegado, dice que hace responsable a los bienes muebles e inmuebles, derechos y acciones de cualquier clase que sea en la ciudad y campaña pertenecientes a los traidores salvajes unitarios, los cuales se dirigirán a la reparación de los quebrantos causados en las fortunas de los fieles federales por las hordas del desnaturalizado traidor Juan Lavalle y para premiar a ejército de línea y milicia y demás valientes defensores de la libertad.


A Rosas no le bastò con matar. Apunta también a las cosas con las que los hombres han equipado su vida: la cultura
simbólica y la cultura material…” La obsesión por controlar cualquier
movimiento opositor llevó al Restaurador de las leyes a despojar de todos sus recursos a los
unitarios dejándolos muchas veces en la miseria Así planteó Mármol este ataque en su novela:
“Y en medio del llanto, del susto y de la muerte, a los reflejos del puñal de la Mazorca, leyó el pueblo de
Buenos Aires el bárbaro decreto de 16 de septiembre de 1840, que arrojaba a la miseria, al hambre, a cuantos
eran, o quería Rosas que fuesen unitarios.
De un momento a otro, millares de familias pasaron de la opulencia a la miseria, quedando a mendigar un
albergue y un pedazo de pan, arrojadas de sus casas, y robadas hasta de sus muebles y los objetos más
necesarios a la vida. Pues todo, “los bienes muebles e inmuebles, derechos y acciones de cualquiera clase, en
la ciudad y campaña”, pertenecientes no digamos a los unitarios, a los que no eran sostenedores ardientes del
tirano, cayeron bajo el imperio de la confiscación.
Ese solo decreto estaba destinado a envolver más desgracia y más lágrimas que toda la serie de los delitos de

Si bien en el final de Amalia vemos a un Rosas imbatible y revigorizado por su triunfo ante el general Lavalle, me parece importante hacer referencia a la carta de renuncia del “Restaurador de las Leyes” tras su derrota en la batalla de Caseros (1852). ¿Por qué me importante? Porque quiero mostrar el fin de un ciclo. Este ciclo comienza con la sangre de Dorrego derramada tras el fusilamiento ordenado por Lavalle, hecho que fue capitalizado por Rosas (pese a las diferencias y disputas que tuvo con el mismo Dorrego), devenido en vengador del federalismo; y se cierra con la mano ensangrentada de Rosas tras recibir un impacto de bala en los campos de Caseros. Con esa misma mano Rosas, tras la derrota, firmó su renuncia y realizó los preparativos necesarios para continuar su vida en Inglaterra junto a su hija Manuela:
“Señores representantes: Es llegado el caso de devolveros la investidura de gobernador de la provincia y la suma del poder con que os dignasteis honrarme, Creo haber llenado mi deber como todos los señores Representantes, nuestros conciudadanos, los verdaderos federales y mis compañeros de armas. Si más no hemos hecho en el sostén sagrado de nuestra independencia, de nuestra integridad y nuestro honor es porque más no hemos
podido. Permitidme, H.H.R.R. que al despedirme de vosotros, os reitere el profundo agradecimiento con que os abrazo tiernamente; y ruego a Dios por la gloria de V.H. de todos y cada uno de vosotros. Herido en la mano derecha y en el campo, perdonad que os escriba con lápiz esta nota y de una letra trabajosa. Dios guarde a V.H.”


De esta manera ,queremos resaltar que la violencia realiza un movimiento pendular y
siempre vuelve con la misma fuerza con que fue impulsada. A Rosas le expropiaron los
bienes, fue forzado a vivir en el exilio y su memoria fue repudiada por aquellos opositores
que habían vuelto al país y ahora ocupaban los cargos de poder.