viernes, 29 marzo, 2024

El jugador de fútbol misionero que escapó de la guerra: “Hice 16 km caminando con muletas para salir de Ucrania”

“Tuvimos que hacer 80 kilómetros en 16 horas dentro de una trafic con compañeros brasileños, fue un caos” contó el misionero que huyó de Ucrania, sobre la odisea que atravesaron para poder dejar el país.

Fabricio Alvarenga, jugador de fútbol misionero que huyó de Ucrania, milita en el FC Rukh Lviv de ese país, habló sobre la odisea que tuvieron que atravesar junto a su pareja, su hija de un año y su perro para poder cruzar la frontera con Polonia por la invasión de Rusia.

«Fue bastante complicado, aunque donde vivo en Lviv está alejado de todo lo que se está viviendo hoy en día. Estábamos tranquilos con mi familia, pero el club me dice que teníamos que hacer las valijas para poder evacuar la ciudad lo antes posible y ahí sentimos un poco de miedo» comenzó explicando Alvarenga.

A pesar de que Lviv se ubica a 80 km de la frontera con Polonia, Alvarenga aseguró que fue muy difícil porque era un caos de gente queriendo cruzar y fueron muchas horas. «Tuvimos que hacer 80km en 16 horas dentro de una trafic con compañeros brasileños. Era un caos, mucha gente en las calles son sus niños y las valijas».

En su cuenta de Instagram publicó una imagen en la que se lo puede ver abrazando a su esposa, junto a su hija y atrás de ellos tres banderas de Polonia, luego de haber cruzado la frontera. Cabe destacar que Alvarenga durante la pretemporada en Turquía se rompió los ligamentos y de los 80 km, 16 fueron caminando y él con muletas. En los próximo días deberá ser operado de la rodilla.

El posteo en Instagram de Fabricio Alvarenga al cruzar a Polonia.

El ex jugador de Vélez, aseguró que continúa teniendo contacto con compañeros que se encuentran en Ucrania y que la situación hoy en día es peor de cuando apenas comenzó, que el caos es mucho mayor.

«Sinceramente está muy peligrosa cualquier ciudad de Ucrania, están atacando por todos lados. Hubo una situación muy triste con una familia ucraniana que nos ayudó a pasar la frontera, el hombre los acompañó a su hija, su mamá y su esposa pero se tuvo que despedir porque los hombres ucranianos no pueden dejar el país, se tienen que quedar a defenderlo. Esa imagen nos conmovió mucho a mí y a mi mujer».

Con el aumento de las ciudades tomadas por los rusos, fue mucho mayor el caudal de personas que intentaron abandonar el país y Alvarenga contó como es el cruce con tantos tratando de emigrar: «Nosotros pedimos al club una opción para salir y ellos nos consiguieron una trafic, pero fue al otro día de comenzar los ataques, dentro de todo muy rápido».

«Cuando nosotros queríamos salir ya era un caos para llegar a la frontera, hubo mucho tránsito y la gente abandonaba sus autos para ir más rápido caminando con sus hijos y sus valijas. Al rededor de 5-6 kilómetros de gente hubo queriendo pasar a pie, con los autos era el triple».

En cuanto a sus horas de espera por abandonar Ucrania, el misionero dijo que la noche previa fue muy difícil, ya que no encontraban hoteles donde hospedarse. «Salir de la fila fue la peor decisión, entramos en pánico. Hubo una familia ucraniana que nos ayudó pero íbamos a pasar al otro día la frontera, nos quedamos a dormir en su auto. Nos separamos de nuestros compañeros brasileños porque tenía tres lugar nomas».

Para no abandonar a sus compañeros, Fabricio se tomó el trabajo de ir a pedir ayuda a los autos que se encontraban en la fila y que los dejen pasar la noche. «No entendíamos porqué habiendo solo una persona dentro del auto no los querían ayudar, hasta plata les ofrecíamos. La gente se portó muy mal, porque en esa madrugada hizo mucho frío». Pero explicó que fueron situaciones particulares, que los ucranianos son amables.

De todos modos, los compañeros de Alvarenga lograron cruzar la frontera en el día de ayer y se encuentran en Hungría. Consiguieron pasar con un grupo de brasileños que se encuentran en Polonia y brindan ayuda.

«Los polacos nos recibieron muy bien, están haciendo muchísimas donaciones para los que vienen de Ucrania. Hay comida, hay ropa, están brindando una atención magnífica. Nosotros pasamos dos noches en un hotel a 1 km de la frontera, cuando salí a la mañana y voy a la recepción para pagar me dijeron que no necesitaba pagar nada, era una forma de ayudarnos. No teníamos palabras de agradecimiento, eso no lo hace cualquiera».

Cuando comenzaron los ataques por parte de los rusos el país se transformó en un verdadero caos pero Alvarenga aseguró que durante los días que estuvieron no escucharon explosiones, no vivieron esos duros momentos, pero si sonaron las alarmas que indican un ataque.

En cuanto a su presente futbolístico, hasta el momento no recibieron ninguna información por parte del club si pueden seguir en otra institución y están expectantes a como seguirá la situación.

(Fuente: M.O)