viernes, 19 abril, 2024

Creen que los padres de Gianluca querían llegar a Brasil por Misiones

El niño buscado desde hace una semana, por quien se activó Alerta Sofía, fue hallado el domingo por la noche en Virasoro. Gendarmería detuvo a sus padres

Gianluca Tiziano Maschio Zapata, el nene de ocho años que estaba secuestrado por sus padres, quienes perdieron su custodia por los reiterados casos de violencia verbal y psicológica, fue hallado el domingo por la noche en la localidad de Gobernador Virasoro, Corrientes.

El pequeño estaba junto a sus padres, Carolina del Valle Zapata y Gustavo Gerardo Maschio, quienes quedaron detenidos por Gendarmería Nacional Argentina, fuerza que concretó el operativo. Al menos hasta ayer por la tarde se encontraban en el Escuadrón que la fuerza tiene en Santo Tomé a disposición de La Fiscalía de Instrucción de Feria de Bell Ville.

La novedad fue informada por el Ministerio Público Fiscal de Córdoba y hasta anoche no había precisiones sobre el traslado de los detenidos a la localidad de Monte Maíz.

Según pudo confirmar un medio provincial en base a fuentes confiables ligadas al procedimiento, los efectivos locales lograron dar con el menor mediante la advertencia del dueño de unas cabañas ubicadas sobre la ruta nacional 14, en cercanías a la estación de servicios YPF ubicada en las afueras del casco urbano.

El hombre los había recibido el mismo domingo y rápidamente advirtió que se trataba del niño, por quien se había activado la Alerta Sofía”, el sistema de emergencia rápida para coordinar la inmediata búsqueda y localización de las menores desaparecidos, cuyas vidas se consideren en “alto riesgo inminente”.

De esta manera una comisión policial se trasladó al lugar y pudo confirmar que se trataba de ellos. Tanto el niño como sus padres estaban en buenas condiciones de salud.

Los investigadores consultados por este medio manifestaron la certeza de que los ahora detenidos tenían la intención de llegar a Misiones para luego cruzar a Brasil dadas las ventajas que ofrece la amplia frontera de la provincia. Incluso la Policía de Misiones había sido advertida de esta posibilidad el fin de semana.

Esta posibilidad se manejó desde que desapareció el niño, el 22 de enero. La pista de este destino había surgido a partir de que se conoció que la familia vivió en la ciudad de Río de Janeiro cuando el nene apenas tenía un año. De todas maneras, las condiciones en la capital carioca no eran las mejores, ya que vivían en situación de calle.

Por esta razón, luego de un tiempo, la familia decidió regresar a la Argentina hasta que al cumplir los tres años, el menor fue separado de sus padres por los maltratos que sufría. Eso ocurrió en el año 2018, pero luego de varios intentos de revincularse con el niño, Zapata y Maschio fueron autorizados a cumplir con un régimen de visitas para restablecer la relación con el menor.

Fue en el marco de esa situación que los padres decidieron llevarse a su hijo. Además, se supo que el teléfono celular que utilizaba la pareja para comunicarse ya no lo tienen más en su poder. “Los mencionados progenitores no tenían el cuidado personal del niño y, tras una visita de reinserción familiar, nunca lo devolvieron al domicilio de Ricardo Daniel Zapata, abuelo sobre quien recae la guarda del niño”, informaron desde el Ministerio Público Fiscal de Córdoba.

Según el abuelo del niño, los padres le habían manifestado que ese domingo iban a pasar el día a un club y a las 16 se volvían a reunir para que el niño volviera a su casa, lo que no ocurrió.

El abuelo materno del niño, quien además tiene la guarda, habló con Cadena 3 y mostró su conmoción por el hecho: “Por suerte se llegó a un final feliz y hoy puedo decir buenos días, porque el país buscaba a mi nieto”.

También rememoró una situación violencia familiar “psicológica” de hace cinco años, que terminó con la Justicia otorgándole la guarda del niño.

“Desde ahí empezó a vivir conmigo, pero hay un montón de gente que me rodea y que lo cuida conmigo”, contó.

Ante la consulta de si esperaba que los padres biológicos no devolvieran al niño, agregó: “Siempre hay duda -sobre su paradero-”, y dijo que su hija, madre del niño, había vivido un tiempo en Brasil y quería volver.

“Creíamos que esta vez estaban las cosas bien y que iban a estar bien con el pequeño”, lamentó. “Pasaron siete días, fueron días terribles. Yo soy creyente y me pongo a las manos de Dios y ayer le decía ‘sosteneme fuerte por que me caigo’”, confesó.

Para finalizar, habló de sus ganas de darle un abrazo a su nieto, pero dijo que “sé que donde está, está cuidado”.

(Fuente: El Territorio)

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