“La Argentina fue un ejemplo de buenas prácticas al tomar medidas muy temprano frente al COVID-19“, destacó el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Marcos Espinal.
El funcionario resaltó que a pesar del aumento de los casos en el país, “la mortalidad es muy baja, del 1,8 por ciento”. Ayer, cuando habló Espinal, la cantidad de contagios superaba los 213 mil y las muertes se acercaban a cuatro mil.
Al ser una de las primeras naciones en “instruir una cuarentena total en marzo cuando había pocos casos”, reunir a los gobernadores de todas las provincias y apelaral asesoramiento científico, Espinal explica que “dio un mensaje único a la población”.
Como recomendación hacia las autoridades, el director sugirió, en conferencia de prensa, aumentar los testeos y continuar con la implementación de medidas de contención para lograr disminuir los contagios.
En cuanto a la situación en América Latina y el Caribe, las cifras de contagios y muertes siguen en aumento. Ya se superaron los cinco millones de casos de COVID-19 y se registraron más de 203.000 muertos.
“La situación en Brasil todavía sigue siendo crítica, todavía no se puede cantar victoria y lo importante es seguir implementando las recomendaciones”, aseguró Espinal, y subrayó la “gran cantidad de casos y muertes” en Brasilia, San Pablo y Bahía.
Aunque “hay un signo de esperanza” por la baja en la última semana de los 70.000 casos diarios reportados hasta el 29 de julio, Espinal consideró aún “muy difícil” el panorama, según difundió la agencia de noticias AFP.
“Hay áreas remotas y áreas urbanas donde todavía el virus sigue haciendo estragos. No debemos pensar que ya estamos aplanando la curva. Hay que esperar y ver qué pasa en las próximas semanas”, remarcó.
(Fuente: TN)
