Caso Tizato: la autopsia al cuerpo hallado confirmó que fue un homicidio

La extensa y compleja autopsia practicada al cuerpo hallado en el campo donde buscaban a César Daniel Tizato (15) culminó poco después del mediodía de ayer y permitió establecer que se trató de una muerte violenta, aunque por el momento se descarta la existencia de un disparo.

Al menos eso se desprende del informe preliminar confeccionado por los forenses y puesto en conocimiento del magistrado Miguel Ángel Faría, titular del Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles, interviniente en la causa que ahora se investiga como homicidio.


En detalle, las fuentes consultadas por El Territorio indicaron que la necropsia marcó que la causal de muerte del cuerpo analizado se debió a una asfixia por inmersión, en tanto que también certificó la existencia de un traumatismo que provocó un neumotórax o colapso pulmonar.

Esa lesión, según explicaron, presentaba además un orificio pero debido al estado de descomposición del cuerpo no se pudo determinar con qué elemento pudo haber sido efectuado. Entre las posibilidades -estimaron- pudo haber sido con algo punzocortante.

En cambio, lo que sí estaría descartado es que esa lesión se deba a un disparo ya que no se encontró ningún orificio de salida o vestigios de un proyectil en el cuerpo.

De igual forma, las fuentes insistieron en que todos estos resultados son preliminares, teniendo en cuenta que aún queda pendiente la confección del informe final con todos los estudios complementarios que deben realizarse a partir de ahora.

Entre esos estudios, por ejemplo, resta el análisis de la fauna cadavérica que permitirá establecer otro punto importante para el caso: la data de muerte.

En este contexto, también es prematuro poder establecer fehacientemente la mecánica en sí del hecho, aunque los voceros indicaron que la lesión hallada fue infringida aún cuando la víctima estaba con vida y que la asfixia por inmersión pudo haberse dado en medio del estado abandónico en que quedó el cuerpo.

Por último, a los restos analizados se le extrajo material genético que ahora será cotejado con las muestras que se le tomarán a la madre del chico que desapareció el 30 de agosto y a quien todos los indicios apuntan correspondería el cuerpo.

“El ADN va a certificar si es realmente (Tizato) pero el tamaño del cuerpo obedece a las características del chico, en cuanto a la altura y la vestimenta”, había indicado ese mismo viernes el juez Faría en diálogo con los medios en la escena del hallazgo.

A indagatoria mañana


Mientras todo eso sucedía en la Morgue Judicial de Posadas, Richard C. (44), el vecino que salió a cazar con Tizato y volvió del campo sin el menor, continuaba detenido ayer y así permanecerá hasta mañana a la tarde, instancia en la cual deberá ser trasladado hasta el Juzgado de Apóstoles para prestar declaración indagatoria el juez Faría.

En esa instancia, el hombre tendrá la posibilidad de brindar su versión de los hechos o abstenerse de declarar sin que su silencio le signifique presunción de culpabilidad alguna.

El viernes, tras su detención, las fuentes de este diario indicaron que el sospechoso se había “quebrado” y confesó que por accidente le efectuó un disparo al chico en el pecho. Esto, de igual forma, carece de validez para la causa y en todo caso deberá ratificarlo en la audiencia de mañana.

Más allá de eso, en su contra el hombre tiene un informe confeccionado por la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones con las contradicciones del sospechoso a lo largo del mes de ausencia del chico en cuestión.

La principal inconsistencia de su relato es que nunca se pudo establecer quiénes eran esas dos personas con quien supuestamente dejó al adolescente ese 30 de agosto que ambos salieron a cazar desde el barrio Pindapoy de San José.

Es que ese día a la tarde, cuando Richard volvió solo del campo, pasó por la casa de la madre de Tizato y le dijo que el adolescente había decidido regresar a la zona de caza junto a otras dos personas con quienes se cruzaron en el camino pero él que no pudo identificarlos.

Los detectives y uniformados policiales recorrieron prácticamente todo San José en busca de información pero nunca pudieron comprobar la teoría esgrimida por el hombre que incluso participó de las labores de búsqueda pero nunca direccionó a la fuerza hacia el lugar donde finalmente apareció el cuerpo.

Ahora, las fuentes entienden que en realidad el sujeto siempre intentó desorientar la investigación. Incluso, pretendió inculpar a otro vecino de la zona pero nada prosperó en su presunto plan y ahora deberá responder por todas estas cuestiones ante la Justicia.

El hallazgo


El cuerpo que se correspondería a Tizato fue hallado el viernes, cerca de las 9, en un estancamiento de agua que se forma a partir de dos arroyos cercanos y está en el medio de un tupido monte. Todo ello dentro del perímetro del inmenso campo de casi 5.000 hectáreas de La Rosita.

El cadáver estaba a unos 200 metros lineales de donde Richard había dicho que se despidió del adolescente ese 30 de agosto.

Se cree que el cuerpo siempre estuvo ahí pero debido al proceso de putrefacción terminó emergiendo boca abajo y quedando a la vista. En esa instancia, además se constató que el cadáver vestía una campera con piedras que se utilizaron para que se mantenga en el fondo del agua, un claro indicio de una intencionalidad por ocultar el hecho.

Todos los investigadores intervinientes indicaron que las características físicas y la vestimenta del cuerpo coinciden con Daniel Tizato, pero de igual forma las autoridades aguardarán los estudios genéticos para llegar a la certeza científica.

( Fuente: El Territorio)