Al igual que las fichas de dominó cuando caen una tras otras, lo mismo sucede con los precios que se remarcan en las góndolas. Diferentes factores económicos y de “incertidumbre” derivan en que las grandes empresas determinen incrementos, estos -a su vez- repercuten en los mayoristas y también causan un fuerte impacto en los comercios de barrios o de cercanía. Incluso, algunas firmas ya anunciaron que ciertos productos alimenticios llegarán esta semana con un 20% y otros ya registraron un aumento de hasta un 35% en estos últimos días.
Fernando Savore, presidente de la Confederación General Almacenera de Argentina, habló con FM 89.3 Santa María de las Misiones sobre lo que sucede con los precios en los almacenes, los incrementos y el faltante de mercaderías. “Nos enteramos que la famosa empresa de chupetines y caramelos, que también es dueña de atún en lata, mermeladas, otros enlatados y fideos, entre otras cosas, va a aumentar un 20% el precio de los productos”. comentó.
“La Confederación enviará una nota al dueño de esta empresa y se le va a pedir que nos diga cómo le vamos a explicar al vecino o cómo vamos a hacer nosotros para aplicar de nuevo otro 20% más a todos los productos. Esto desmadró”, describió. Agregó que “también se enviará una nota al secretario de Comercio de la Nación porque queremos saber si es una decisión del dueño de esta empresa o si es consensuado con la Secretaría de Comercio”.
Recordó que “el año pasado se daban aumentos, pero en el orden del 4% y 5%. Sin embargo, desde el 2 de enero las empresas empezaron a enviar listas con un aumento de entre un 10% y un 15%”.
Consideró que “no es lo mismo cambiar un cartel sumando un 4% que un 15%. En su momento, pedimos una reunión con (Roberto) Feletti (ex secretario de Comercio Interior) y le llevamos las listas actuales y las anteriores para mostrar las diferencias y la exageración de precios. Desde ahí las subas fueron incesantes e imparables”.
También se refirió a lo que sucedió tras la renuncia de Martín Guzmán a principios de este mes. “Ese domingo 3 había una incertidumbre sobre quién iba a estar el frente del Ministerio de Economía y nos enfrentamos a un lunes con un cambio de precio exagerado”, relató.
Especificó que “todo lo que es comestible estuvo sobre el 10% y todo lo que es higiene personal y limpieza arriba de un 13%, con el agravante de que no había papel higiénico ni rollo de cocina porque la materia prima es la celulosa, la cual se importa y no estaba llegando al país. A los pocos días el papel higiénico apareció, pero con un cambio de precio del 35%”. Agregó que “lo mismo ocurrió con el café que se habló de que no se iba a abrir la importación y por unos días estuvo el fantasma del faltante, pero también apareció con una diferencia del 35% siendo que ya había aumentado un 20% hacía un mes”.
Expuso que “una situación parecida se dio con el azúcar que apareció con un 20% más y ahora subió otro 25% más, en Buenos Aires ya no podemos cargar lo que necesitamos cuando vamos al mayorista”.
En relación a las restricciones en las góndolas, indicó que “hace tres años nos cuesta conseguir el aceite de girasol, tenemos que poner carteles en nuestros negocios para decirle al cliente que puede llevar una botella por compra. Eso nos da un poco de vergüenza porque quiénes somos nosotros para decirle que no lleve lo que quiere o necesite”.
La comercialización
Savore comentó que “está el monopolio o la fábrica, el mayorista o distribuidor y nosotros. Los comercios de proximidad no pueden comprar a los monopolios porque las fábricas grandes no venden a esos comercios; por lo cual todo tenemos que hacer a través de un mayorista y ese es el que cambia los precios”, indicó.
Sostuvo que “nos cuesta mucho cambiar el precio. La gente no resiste más y los negocios en estas fechas están vacíos porque la gente vive una realidad del 1 al 15 y del 15 al 30, de esta fecha en adelante la realidad del comprador cambia porque se acabó la plata”.
Por último, deslizó que “la ministra (Batakis) dijo que las mercaderías no tenían que subir en función al dólar blue. Pero, la realidad es que cada vez que hay variación, la mercadería también sube, pero si el dólar baja la mercadería no lo hace”.
(Fuente: Primera Edición)
